Zapatitos de verano

Soy una gran fan declarada de las sandalias, los pies libres, al aire con los dedos frescos y sonrientes. Como gran fan y buena fémina que soy, tengo una hermosa colección de sandalias que año tras año se amplía buscando la sandalia perfecta.

Año tras año pasa lo mismo, llega el calor y pies al aire, a lo loco y rezando para que no haya rozadura, y día tras día acabo con una marca nueva. Cambio el calzado y se las arreglan para buscar un trozo de piel virgen y sin marcar para estampar si pata, o sino remarcar sobre lo marcado... Tengo los pies llenos de cicatrices de las hermosas marcas que año tras año sufro en mi incontrolable deseo de libertad piesil.

Siempre pasa lo mismo, justo cuando llega septiembre has logrado curar las heridas, has dado de si o te las adaptado a las sandalias, y justamente cuando toca volverlas a guardar al fondo del armario y esconder un año más los dedos.

El año pasado localice lo que yo denomino las "sandalias perfectas", unas sandalias que sirven para todo, que son ideales, estupendas, fantabulosas y de lo más molonas. Me pasé el verano entero con los pies envueltos en esparadrapo para proteger los pies y poder usarlas mientras las daba de si a mi particular forma de pie, eso ha tenido un premio: es el tercer día que las uso sin dejarme marca, eso sí, con calcetines (de media) que la piel aún no está acostumbrada.

Ahora me tocan dos semanas a lo guiri, soportando comentarios y miradas ajenas, pero me da igual, es un precio muy bajo si así me ahorro 3 meses de dolorosas y eternas ampollas.

Recordad: Morded o Seréis Mordidos

    # Escuchando...  Imperanon; Shadowsouls

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